jueves, 13 de octubre de 2011

malos vicios.

Todos queremos cosas que sabemos que nos perjudican. Todos tenemos peligrosas fascinaciones y obsesiones malsanas, algunas son mas difíciles de explicar que otras, pero la mayoría sabemos como controlar nuestros impulsos. Utilizamos la fuerza de voluntad para ahuyentar nuestros más oscuros instintos. Por desgracia, para otros la fuerza de voluntad no es suficiente, los cantos de sirena de nuestras propias obsesiones son demasiado difíciles de resistir. Aquello que queríamos se convierte en algo necesario, nuestra obsesión se convierte en adcicción hasta que nos damos cuenta de que perseguir lo que mas queríamos en la vida nos ha dejado sin vida. Pero al final nuestras adicciones siguen ahí, incluso después de habernos llevado al filo de la muerte o habernos guiado a extremos de un horror inimaginable. 






"Somos jóvenes. Se supone que debemos emborracharnos, que debemos portarnos mal y follar hasta perder la cabeza. Estamos diseñados para irnos de juerga, es así. Sí, algunos tendrán una sobredosis o se volverán locos, pero Charles Darwin dijo que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos, y de eso se trata: ¡de romper huevos! Somos un desastre, yo soy un desastre y pretendo seguir siéndolo hasta los veintitantos, tal vez hasta los 30, y dispararía a mi madre o a cualquier otra persona que quisiera quitarme eso." MISFITS.

3 comentarios:

  1. Nunca podras dejarlo, aunque te perjudique siempre te seguira gustando y cada vez mas y mas.

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  2. Dices que al final nuestras adicciones siguen ahí, incluso después de habernos llevado al filo de la muerte o habernos guiado a extremos de un horror inimaginable. y a partir de aqui me surge la pregunta de ¿ nunca podremos dar totalmente de lado a nuestros vicios?

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  3. Creo que no. te pongo un ejemplo muy tonto, cuando los profes se traen las tizas o las sujetan en la mano,¿ te has fijado en que los que han sido o son fumadores sujetan la tiza como si fuera un cigarro? ese es el vicio que no se va, permanece.

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